El significado y fines
de las elecciones de 2017.
Roberto Briceño
Jiménez
Las
elecciones que se están realizando en la Republica de Honduras tienen
diferentes significados y fines porque quienes las dirigen y quienes son
dirigidos en este proceso son diferentes y diversos con distintos objetivos
racionales y en consecuencia diferentes significados motivacionales para
razonar su participación o no.
La
fracción de clases del bloque en el poder que coyunturalmente dominan lo que ha
quedado de Estado de Honduras después del golpe de 2009 las elecciones
realizadas en tres actos tienen el objetivo de afirmar su legitimidad y auto
protegerse de las amenazas a su impunidad por los actos criminales cometidos en
contra de los derechos humanos, la ciudadanía y las comunidades originaria los
bienes comunes de la nación hondureña.
La
fracción de clase dominante desplazada del dominio estatal, en alianza con
sectores de clase media, fuerzas sociales
de la resistencia popular, tienen la
expectativa de liberarse de la élite que con prácticas de mafias criminales se
ha posicionado de los espacios estatales para des institucionalizarlo y
acotarlos para sus propios fines de acumulación corrupta eliminando
convirtiendo las instituciones de Estado democrático de derecho en Estado
con un régimen político autoritario y dictatorial y usurpador de los
derechos ciudadanos.
Un
alto porcentaje de la población potencialmente en capacidad de ejercer el
derecho de sufragio racionaliza en sentido de desconfianza en los liderazgos de
las élites políticas y por esa razón se abstienen de participar en la contienda
electoral porque objetivamente la democracia electoral se limita a una forma
procedural que no resuelve los problemas fundamentales mas sentidos por la
mayoría excluida y hasta segregada del acceso a los bienes que eran nacionales
y que ahora pertenecen a grupos del bloque en el poder.
Los
datos electorales oficiales, que nunca son definitivos y menos confiables en
las elecciones anteriores indican que minorías ciudadanas han elegido
gobernantes y sin embargo, se definen democráticos, con polares desigualdades
sociales, inmensas mayorías segregadas y extrañas en lo que habría de ser su
propio estado Nación.
Si
las elecciones se realizan en las condiciones de absoluto dominio del actual
régimen político el triunfo para la mafia gobernante estaría legitimado en dos
objetivos y significados: El primero es la afirmación de sus políticas
autoritarias y corruptas e impunes. El segundo es que implícitamente se
legitimaria el cambio constitucional en lo referente a la forma de gobierno y
haría necesaria la legalización por reforma constitucional igual el bloque en
el poder en razón de los intereses de la fracción de la burguesía vinculada a
los intereses del capital corporativo transnacional de hecho han modificado el
derecho constitucional referente a las posesiones territoriales y lo han hecho
impunemente sin todavía ser juzgados por delitos de traición a la Patria.
En
esta coyuntura la alianza de fuerzas de oposición al régimen está frente al
desafio de convertirse en un bloque histórico si logra desplazar la mafia
criminal que bajo la forma de democracia electoral o procedimental fraudulenta
escuda su régimen autoritario y corrupto con impunidad.
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